En muchas ocasiones, confundimos términos y pensamos que lo moderno o tecnológico no va con nosotros y que no es posible aplicarlo en nuestro concepto de negocio, que es la ferretería.
Pero hemos de tener presente que las mejoras tecnológicas no son temas eventuales. Y un gran ejemplo de ello consiste en pensar qué haríamos hoy en día sin un ordenador. Resulta materialmente imposible gestionar y mantener, sin ordenador, una actividad comercial como la de ferretería, con miles de referencias, cambios de precios, altas de productos, pedidos, inventarios, contabilidad, proveedores, etc.
Ya no nos acordamos de que todo esto se hacía a mano en una época no tan lejana. La evolución tecnológica se ha ocupado de todas estas acciones necesarias para vender y gestionar correctamente nuestra actividad, mejor que nosotros, más rápido y con un coste muy reducido.
Por este motivo, debemos pensar siempre que todo lo que mejora y optimiza los recursos, y que repercute en ganar tiempo, optimizar nuestros recursos, ofrecer más calidad de atención, disponer de más información, etc., debe de ser estudiado y aplicado de inmediato en nuestra ferretería. Existe aún, en la actualidad en nuestro país, un grupo de ferreteros (que cada vez es más reducido) que todavía se aferran a lo que han hecho toda la vida detrás de un mostrador. Este grupo, lamentablemente, se irá extinguiendo por sí solo.
Es verdad que cuenta con uno de los valores más importantes y necesario en nuestro sector, como es la profesionalidad y el conocimiento para prescribir lo que necesita cada cliente. Pero no dispone de esta visión de modernidad a nivel tecnológico que el mercado necesita.
Todos los establecimientos que no se adapten a la tecnología para su gestión del día a día lo tendrán más difícil para salir adelante e incluso para subsistir. Si una ferretería no cuenta con algunos o todos de los siguientes elementos tecnológicos, se está penalizando la posibilidad de que los nuevos clientes compren:
- Wifi público.
- Todos los medios de pago.
- Compra online y recogida en el punto de venta.
- Web con información de los productos y sus aplicaciones (aunque sea corporativa y se reenvíe las consultas a cada proveedor).
- Tabletas para la firma digital y suprimir así el papel.
- Gestor de colas para agilizar la atención.
- Pantallas para informar de las ofertas y productos disponibles.
- Pantallas táctiles de compra.
- Lectores de códigos de barras.
- Detectores de robo.
- Software específico para la gestión del punto de venta.
Todos estos elementos y sistemas son necesarios y aportan más seguridad y control de la actividad, al mismo tiempo que calidad de vida para la dirección y los vendedores de la ferretería, sin olvidar la comodidad de compra de los clientes.
Proyectar una imagen de modernidad, gracias a disponer de tecnología más avanzada, beneficia al cliente y todavía más al nuevo cliente, que ya no compra como sus padres o abuelos.
El nuevo cliente
Cada vez será de mayor importancia contar con los medios más básicos que nos ayuden a controlar y gestionar nuestra ferretería. Y deberemos hacerlo siempre pensando en el cliente y sus exigencias. Los clientes que no requieren de estos sistemas, lamentablemente, se están agotando. Pero surge otro potencial grupo que necesita obligatoriamente estos medios tecnológicos.
Dentro de estas necesidades tecnológicas podemos incluir las que forman parte de la comunicación, en las cuales se incluyen las redes sociales. Cuando un ferretero no se encuentra visible en las redes sociales es como si fuera de otra galaxia para este grupo de nuevos clientes, que están acostumbrados a la masificación de la información, sea del tipo que sea. Y se fidelizan a una ferretería que les mantiene en contacto con sus envíos de ofertas, noticias o cualquier información que pueda recibir mediante las redes sociales.
Hoy en día resulta imposible que el comercio sobreviva sin aplicaciones o elementos tecnológicos. Por este motivo, debemos tenerlos siempre presentes y que nuestra ferretería no se quede fuera porque nosotros no creemos o no sabemos aplicarlas. O que hagamos que los demás sigan actuando y trabajando con los sistemas tradicionales que, no es que sean malos, sino que el mundo avanza y debemos permanecer en línea con él.
En nuestras casas tenemos un gran ejemplo. Contamos con termostatos mediante wifi, asistentes de voz como Alexa, cámaras de seguridad gestionadas desde nuestro propio móvil, etc. ¿Esto es modernidad o comodidad? Lo mismo debemos de preguntarnos sobre nuestra ferretería: qué hemos de aplicar por obligación y para no quedarnos fuera del mercado y de la modernidad.
Hoy los costes de la tecnología para ser aplicados en la ferretería no son altos y son asumibles por cualquier ferretero. Hay que valorar lo que puede pasar si pierdo cada día clientes por no contar con esta aplicaciones y elementos tecnológicos, frente al coste que supone disponer de los más básicos y necesarios para que los clientes nos vean como un establecimiento que se preocupa por ellos. La tecnología permite mayor comodidad en la compra, mejor experiencia de compra, mejor visibilidad y comprensión de los productos., etc. Todo esto aporta un valor diferencial para ese gran grupo de clientes que quiere comprar, pero con sus reglas de juego, que realmente son las que valen. Porque no podemos olvidar nunca que el cliente es el rey.
Sugerencias y comentarios sobre los elementos tecnológicos en ferretería
- La tecnología debe ser un elemento más dentro de nuestra ferretería.
- No querer aplicar la tecnología en nuestra ferretería no solo nos genera más trabajo, sino nos puede hacer hasta perder clientes.
- Ya no es posible ser comercial y eficiente, si no contamos con los medios tecnológicos necesarios para dar el servicio a todo tipo de clientes.
- Los costes de la tecnología necesaria para una ferretería no son tan elevados y nos puede ayudar a mejorar y vender más.
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